El primer lugar a visitar sería la colonia popular Lomas Taurinas, alrededor de 4 mil personas se reunieron para ver al candidato en el denominado 'Acto de Unidad'; participaron cuatro oradores locales antes de que Luis Donaldo Colosio cerrara el evento con su discurso.
Cerca de las 17.00 (Tiempo del Pacífico), Colosio bajó del templete rodeado por una reducida escolta personal.
Su intención era atravesar la gran explanada entre la multitud y dirigirse al puente de salida en donde le esperaba el vehículo que lo conduciría al Club Campestre de Tijuana donde continuarían sus actividades.
Tras caminar unos 10 metros, un revolver puesto en la cabeza le da un disparo en el cráneo y un segundo disparo le es dado en el abdomen. Colosio se desvaneció de forma inmediata para ser trasladado al Hospital General de Tijuana, en donde fue declarado oficialmente muerto a las 20hrs.
El presunto autor de los disparos, identificado como Mario Aburto Martínez, de 22 años de edad, originario de Michoacán y radicado hacía ocho años en Tijuana, fue detenido inmediatamente por quienes rodeaban al candidato en el momento del atentado y fue puesto a disposición de las autoridades.
Después de su muerte, entre los pocos candidatos potenciales disponibles, Carlos Salinas eventualmente escogió a Ernesto Zedillo Ponce de León, quien había renunciado como Secretario de Educación Pública para servir como organizador en la campaña de Colosio. Este golpe de suerte para Zedillo, quien nunca hubiera sido candidato en circunstancias normales, levantó aún más rumores.
Unos meses después, el cuñado de Salinas de Gortari, José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del PRI, también fue asesinado a plena luz del día en la Ciudad de México, eliminando así a dos de las más visibles y poderosas cabezas del PRI en México, Colosio y Ruiz Massieu. Eventualmente, Ernesto Zedillo fue elegido presidente, convirtiéndose en el último presidente del PRI en México dando fin así al más largo período dominado por un solo partido.